
A este
intelectual avileño debe Ciego de Ávila, su primera biblioteca pública, la que
llevaba su nombre dejada en su testamento e inaugurada en el 24 de febrero del
año 1947, a un costado del antiguo centro de Veteranos por la Independencia, en
la calle Libertad, por esta y muchas otras razones la Distinción se decide que
lleve su nombre.
La premiación este año se hizo en el
patio de la Biblioteca Provincial donde un grupo de bibliotecarios fueron
testigos de la entrega de dicha Distinción a Serafina Herrero Álvarez,
especialista de la Biblioteca Provincial, con méritos suficientes que la hacen acreedora
de la más alta Distinción que otorga la ASCUBI provincial. Judith de la Osa del Ejecutivo provincial entrega el premio y ofrece una panoramica del quehacer bibliotecario de Serafina.
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