María
Teresa Freyre nació en 27 de Enero de 1896, en San Agustín de la
Florida, lugar al cual su padre había llevado a su familia para
participar él en la contienda independentista. Al concluir la Guerra del
95 regresa a la patria. Cursó sus primeros estudios en la Ciudad de La
Habana y años más tarde se gradúa de bachiller en Ciencia y Letras, y
posteriormente realiza estudios en la facultad de Ciencias Sociales y
Derecho Público de la Universidad de La Habana. En 1930 fundó y dirigió
la revista infantil Mañana, empresa que se vio obligada a
abandonar a causa de su activa participación contra la Tiranía
Machadista. En 1932 tuvo que salir del país obligada por la persecución
del régimen imperante. En París despliega una intensa actividad por la
libertad de Cuba y a tal efecto cera en unión de otros exiliados cubanos
el Comité de Jóvenes Revolucionarios Cubanos, el cual denunció al mundo
los atropellos de Machado en un folleto titulado El Terror de Cuba, en
el cual además se censura el apoyo que el imperialismo norteamericano
prestaba al Gobierno de Machado. Cursó estudios bibliotecarios en la
Universidad de París. Trabajó en la Biblioteca Municipal de esa Ciudad.
Al regresar a Cuba en 1938, una vez concluidos sus estudios, una
importante revista de la especialidad consignó lo siguiente:
“...Dedicada a la profesión Bibliotecaria, después de haber obtenido con
ese objeto, un título en una de las más famosas Universidades, la de
Sorbona, no se ha limitado, por suerte, a la tranquila explotación del
título. Desde su regreso a Cuba, se convirtió en una de las mejores
fervientes propulsoras de la causa de la biblioteca, con ese espíritu de
servicio, con esa lúcida delimitación entre el interés privado y el
superior de la comunidad de que carecen muchas personas ”. Participó en
la Asamblea nacional de las Bibliotecas, celebrada en La Habana, en
1938. Fundadora de la Asociación Bibliotecaria de Cuba. Fue profesora de
la Escuela de Servicio de Bibliotecas, auspiciada por la citada
asociación. Impartió clases en los Cursos de Técnica Bibliotecaria que
ofreció la Universidad de La Habana, en los Cursos de Verano. Figuró
desde su creación en el claustro de profesores de la Escuela de
Bibliotecarios de la Universidad de La Habana. En reiteradas ocasiones
denunció el abandono en que los gobernantes de turno mantenían a las
bibliotecas de nuestro país. Realizó campañas intensas por llevar el
libro a todos y despertar el interés por la lectura, así como por la
profesión. Entre la literatura profesional que escribió figura su
folleto El servicio de Bibliografía y Referencia y la Adquisición de los libros en una biblioteca. Otro trabajo suyo pone de manifiesto su preocupación social, éste se titula: El sindicato como punto de partida para las bibliotecas populares.
Su posición frente a la tiranía de Batista fue vertical. Se incorporó a
la lucha contra la misma desde el primer momento, ello la hizo conocer
de nuevo la dureza del exilio.
Al
triunfo de la revolución regresa a Cuba y se le confiere la tarea de
reorganizar la Biblioteca Nacional y asumió la dirección de ésta hasta
febrero de 1967. Fue protagonista de la creación de la Red nacional de
Bibliotecas Públicas. Fundó la Escuela de Capacitación Bibliotecaria en
1962, convertida hoy en Escuela Nacional de Técnicos en Bibliotecas,
con el fin de preparar los técnicos que la Revolución necesitaba para
atender las nuevas unidades bibliotecarias que abrían en el país.
Explicó la asignatura Consulta y Referencia en la carrera de
bibliotecarios de la Universidad de La Habana. En 1967 pasó a trabajar
como asesora del Ministerio de Educación.
Su
confianza en la Revolución está sostenida en las siguientes palabras:
“sé que puedo morir tranquila, pues sé que Cuba tiene un futuro
maravilloso y todos los cubanos tienen la oportunidad de superarse”.
Falleció en La Habana el 20 de Agosto de 1975.
Se
entrega a bibliotecarios profesionales, miembros de la Asociación
Cubana de Bibliotecarios (ASCUBI) o de la Sociedad Cubana de Ciencias de
la Información (SOCIT), que en su quehacer se destaquen por la adhesión
a los principios éticos de ambas asociaciones y por su contribución al
procesamiento, preservación y divulgación del patrimonio bibliográfico,
así como la prestación de servicios bibliotecarios y de promoción de la
lectura en Bibliotecas Públicas.
Profesionales que han recibido el Premio
MARÍA TERESA FREYRE DE ANDRADE
Año 2005
Olga
Hernández Guevara
Año 2006
Hortensia
Goenaga Vázquez
Celia Zoa
Rivero Pozas
Año 2007
Rebeca Brull
Martínez
Año 2008
Enma Presilla
Andreu
Año 2009
Isabel Ma.
Pernas de Varona
Año 2010
Adrian Guerra
Pensado
Año 2011
José Díaz
Roque
Adelina
Araceli Vázquez Álvarez
Año 2012
Roselia Rojas
Ricardo
Año 2013
Eduardo Luis
Delgado Pérez
Año 2014
Regla María
Oviedo Taylor
Año 2015
Fadia Castellanos De La Paz
Año
2016
Carmen Regina Velázquez Quintana
Ada Lidia Álvarez Armas
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